CONSERVACIÓN DE MANGLARES

Para los que no conocen del tema, los manglares pueden parecer simplemente primos costeros de los bosques, pero estos ricos ecosistemas sustentan al planeta y a las personas de maneras únicas, desde favorecer la cría de peces y mariscos hasta almacenamiento de carbono y protección contra inundaciones.

Sin embargo, a pesar de su importancia, los bosques de manglares están amenazados. Más de un tercio ya ha desaparecido, y en regiones de América se están talando a un ritmo más rápido que las selvas tropicales.

Gran parte de esto ocurre debido a obtener tierras para proyectos de infraestructura, desarrollo industrial y agricultura.

Además del cambio climático y la contaminación, también existen amenazas locales. Estos incluyen la sobreexplotación de madera para combustible y construcción, represas e irrigación que reducen el flujo de agua que llega a los bosques, y la sobrepesca que causa interrupciones en las cadenas alimentarias y las comunidades de peces.

Estamos destruyendo un ecosistema costero que ayuda a mantener la vida y los medios de subsistencia. Aquí hay cinco de las muchas razones por las que deberíamos hacer mucho más para preservar los bosques de manglares.

  1. Son una defensa costera natural

Los sólidos sistemas de raíces de los manglares ayudan a formar una barrera natural contra las violentas tormentas e inundaciones. Los sedimentos del río y de la tierra quedan atrapados por las raíces, lo que protege las zonas costeras y frena la erosión. Este proceso de filtrado también evita que los sedimentos dañinos lleguen a los arrecifes de coral y las praderas de pastos marinos.

Los manglares brindan una protección valiosa para las comunidades en riesgo de aumentos del nivel del mar y eventos climáticos severos causados por el cambio climático.

  1. Son sumideros de carbono

Los bosques costeros ayudan en la lucha contra el calentamiento global al eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera, la mayor parte del cual se almacena dentro de la planta. Cuando las raíces, ramas y hojas de los árboles de mangle mueren, generalmente quedan cubiertas por tierra, que luego se sumerge bajo el agua de la marea, lo que ralentiza la descomposición de los materiales y aumenta el almacenamiento de carbono.

  1. Proporcionan medios de vida

Muchas personas que viven en los manglares y sus alrededores dependen de ellos para su sustento. Los árboles son una fuente confiable de madera para la construcción y combustible. Sin embargo, en algunas áreas, la madera se ha utilizado comercialmente para pulpa, astillas de madera y carbón vegetal, lo que genera preocupaciones sobre la sostenibilidad.

Los lugareños recolectan extractos de plantas por sus cualidades medicinales y las hojas de los manglares se utilizan a menudo como forraje para animales.

Las aguas del bosque proporcionan a los pescadores locales una rica oferta de pescado, cangrejos y mariscos para vender como ingresos.

  1. Fomentan el ecoturismo

El turismo sostenible ofrece un estímulo para preservar las áreas de manglares existentes, con potencial para generar ingresos para los habitantes locales.

A menudo ubicados cerca de arrecifes de coral y playas de arena, los bosques brindan un entorno rico para actividades como pesca deportiva, kayak y excursiones de observación de aves.

  1. Son ricos en biodiversidad

La actividad humana ha causado una enorme pérdida de biodiversidad en los ecosistemas terrestres y marinos de todo el mundo, poniendo en peligro muchas especies de plantas y animales.

Una gran variedad de vida silvestre vive o se reproduce en el ecosistema de manglares, incluidas numerosas especies de peces, cangrejos y camarones, moluscos y mamíferos como las tortugas marinas. Los árboles albergan una gran variedad de aves nidificantes, reproductoras y migratorias. Cuando se talan los manglares, se pierde un hábitat valioso que amenaza la supervivencia de una miríada de especies.

La protección de ecosistemas naturales como los bosques de manglares no solo ayuda a preservar la biodiversidad, también ayuda a preservar un recurso vital para las comunidades locales.

Panamá cuenta con aproximadamente 170 mil hectáreas de manglares ubicadas en el Pacífico (97%) y un 3% en el Caribe. Además, el país cuenta con 39 humedales, incluyendo 5 de categoría Ramsar (de importancia internacional). En la costa del Pacífico se ubican grandes extensiones de manglares: golfo de San Miguel en Darién, bahía de Panamá desde Juan Díaz hasta Chimán, en la bahía de Parita entre Herrera y Coclé, al sur de la provincia de Los Santos, en el golfo de Montijo en la provincia de Veraguas, a lo largo de la costa de la provincia de Chiriquí. En la costa atlántica se ubican extensiones de manglares en Bocas del Toro, Colón y San Blas.

Este ecosistema enfrenta fuertes amenazas debido al crecimiento del interés para inversiones inmobiliarias y turísticas ubicadas en la costa, deforestación y quemas, además del impacto del cambio climático

Panamá cuenta con diversos programas de protección de manglares y cabe mencionar que es uno de sus compromisos adquiridos en el Acuerdo de Paris para combatir el cambio climático.

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